En la mayoría de los embarazados llega el momento deseado, parto, a partir de la semana 37 hasta la
42. A partir de este momento se entra en lo que se llama “fuera de fecha” o “salir
de cuentas” donde se producirá un parto tardío. Sin embargo este
momento puede verse adelantado por diferentes factores, produciendo así el parto prematuro o pretérmino, el cual
se produce entre las semanas 21 y 37.
En caso de producirse antes de la semana
20, estaríamos hablando de aborto.
Los partos pretérmino
oscilan entre el 8-10% y pueden suponer un alto riesgo para el bebé e incluso
su muerte. Esto es debido a que sus órganos internos aún no están bien desarrollados
y por tanto, pueden existir complicaciones graves.
Es de esperar que el riesgo
es inversamente proporcional al tiempo, es decir, a más tiempo de gestación menos
riesgo y viceversa.
A día de hoy aún se desconocen las causas pero, se sabe de ciertos factores de riesgo, para padecer un
parto prematuro como: embarazos múltiples, conización de cuello de útero,
miomas, útero incompetente, hipertensión, obesidad, rotura de la bolsa, abuso
de drogas y tabaco, etc.
Hay que tener en cuenta que los partos prematuros
también pueden producirse en mujeres completamente sanas, por lo que estos
factores de riesgo, no son determinantes de un parto pretérmino.
Cuando se sospecha de un posible parto pretérmino el ginecólogo y matrona realizarán
un control más exhaustivo del embarazo y recomendarán, entre otros, más reposo
para la futura mamá, fármacos que inhiben las contracciones uterinas, evitar el
sexo en este periodo e incluso, en algunos casos, puede hacer falta un cerclaje
cervical.
Sea como sea es imprescindible la tranquilidad de la madre y saber que
siempre estaremos en las mejores manos, las de nuestros profesionales, que nos guiarán
y realizarán lo que mejor convenga según cada caso.
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