Es una enfermedad crónica que afecta al desarrollo psícosocial del niño. Aparece durante desde el nacimiento o en los primeros meses de vida.
Realmente la causa que los origina es desconocida aún así se cree puede darse por causas genéticas (cromosómicas), virus, debido al metabolismo, intolerancia a alimentos o falta de oxígeno durante el nacimiento.
En bebés (aunque los síntomas descritos pueden ser acompañados de otras patologías o en bebés totalmente normales, es por ello que no siempre son significativos a esta edad).
- Llorar y gritar continuamente.
- No llorar nunca y demasiada tranquilidad.
- Golpes con la cabeza contra el carrito o la cuna.
- Demasiada atención a objetos muy llamativos y falta de interés por personas de su entorno.
- Dificultad y/o retraso en el lenguaje, ecolalia (repetición excesiva de las mismas palabras).
- Falta de comunicación con otras personas. La persona autista no se relaciona con otras personas. Las mira cortantemente y de rehojo. No se imuta con ruidos fuertes aunque a determinados sonidos se muestra muy sensible hasta el punto de que parece que le daña el oído.
- Agresividad hacia si mismo y los de su entorno.
- Demasiado poco interés por determinadas cosas o hiperactividad.
- Movimientos repetitivos con las manos o cabeza.
- Rechazo al contacto físico con otras personas u objetos.
- Buenas habilidad con el arte y la música.
TRATAMIENTO
No hay un tratamiento específico para la cura de esta patología, pero sí se pueden hacer algunas terapias psicológicas que ayuden al niño.
Terapia de juegos: jugar aprendiendo, se le aprende el lenguaje y se le enseñan cosas.
Terapia conductual: utiliza el castigo para dar mayor respeto frente al educador, pero da sus resultados.
Terapia de castigos: Es una terapia aplicada a los niños autistas que se pueden dañar seriamente mediante la autolesión, se dice que los castigos aplicados hacen menos daño que la propia autolesión del niño.
Terapia con relatos sociales: Historias narradas donde se le aprende al niño a gesticular con las manos y el cuerpo (comunicación no verbal).
Terapia de dibujo: Enseñar al niño a dibujar para que pueda hacer intercambio de él con otros objetos.
Terapia sensorial: Como los niños autistas tienen muy desenvolvidos los cinco sentidos, se ponen a prueba los niños para que controlen más sus miedos (balanceo, alturas, giros...).
Terapia con delfines: Se trata de la terapia en piscinas con delfines.
Para reducir la hiperactividad del niño se recomienda el suministro de Vitamina B6 y Magnesio.
Se aconsejan dietas con alimentos con déficit de la proteína de la leche (caseína) y sin gluten. La proteína de la leche les induce a tener dolor de oídos, lloros y gritos continuos; y los niños intolerantes al gluten se identifican con difíciles deposiciones y estreñimiento.
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