Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se entiende por vacuna "a cualquier preparación
destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción
de anticuerpos. Puede tratarse, por ejemplo, de una suspensión de microorganismos
muertos o atenuados, o de productos o derivados de microorganismos. El método
más habitual para administrar las vacunas es la inyección, aunque algunas se
administran con un vaporizador nasal u oral."
En cada país se recomiendan un
tipo de vacunas, pudiendo existir diferencias en el calendario vacunal, según
las necesidades de cada lugar o país. Siempre los niños serán vacunados, una
vez que su sistema inmunitario sea lo suficientemente fuerte como para
responder a la inmunización artificial. Además, en algunas vacunas, se aplicará
dosis de refuerzo para conseguir una mejor protección.
Las vacunas son una manera de
hacer que el niño cree una inmunidad de
manera activa, puesto que aunque no
desarrolla la enfermedad, su organismo si desarrolla anticuerpos específicos ante
el antígeno patógeno generando, además, memoria inmunológica (cada vez que el
antígeno entre en contacto con el organismo se desarrollará la respuesta inmunológica
haciendo que no se sufra la enfermedad).
Calendario vacunal de la Asociación Española de Pediatría
Hay que tener en cuenta que
todas las vacunas aprobadas para que aparezcan en el calendario vacunal, han
sido aprobadas después de realizar numerosos estudios en millones de niños.
Esto quiere decir que toda vacuna tiene una seguridad aprobada y, que además, son indiscutiblemente mayores sus beneficios que sus posibles efectos adversos. Por tanto no existe razón por la que no debamos vacunar a nuestros niños y no debemos dejarnos llevar por los falsos mitos.
Información
contrastada en:
Mar Muñoz
Muñiz; Manual de medicina y cirugía, "Ginecología y obstetricia"; CTO
editorial, 9ª edición SL. 2014
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