La natación,
ese deporte tan completo, de hecho, el deporte más completo del mundo. Tan bueno
para todos, para todas las edades. Y en todas las edades incluimos también al
bebé, si si, al bebé, desde que tiene un mes.
Lo primero
que tenemos que tener claro si tenemos en mente apuntarnos a clases de
matronatación, es que nuestro bebé no va a aprender a nadar, ya que no es hasta
los 4 o 5 años que el niño es capaz de coger esa habilidad. En esta época entre
el nacimiento y que sea capaz de empezar a aprender a nadar, es hora de coger
muchas otras habilidades que sí son capaces de aprender.
Los beneficios que aporta son innumerables, empezando por el desarrollo psicomotor, ya que el bebé tiene en el agua una amplitud y libertad de movimiento que no tiene fuera de ella. Otro beneficio es el fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio y la ayuda del sistema inmunológico. Además de esto, muchos padres lo que van persiguiendo en este tipo de clases es aumentar el lazo afectivo entre padre – madre – bebé. Esto es algo que también lograrán con la natación para bebés.
Y después de todo esto os preguntareis si queda algún beneficio más. Pues claro, un montón más. Pero uno muy importante es que el niño o niña empieza a socializar con más niños o niñas. Adquiere instintos de supervivencia y seguridad en si mismo.
Lo
recomendable, es que empiecen a ir desde los 3 o 4 meses, pero antes de esto nosotros
podemos ir preparándolos en casa, metiéndolos en la bañera y acostumbrándolos a
estar en el agua.
Otras recomendaciones
que debes seguir antes de decidir meteros en la piscina son: consultar con el
pediatra, elegir una hora que sea adecuada para el bebé, nunca le des de comer
antes de ir a clases, después del baño secar muy bien al niño, y no ponerte un
objetivo en su aprendizaje, ya que cada niño es un mundo, y no hay que olvidar
que sobre todo esas clases están para divertirse y disfrutar.
Para más información, visita esta página de natación
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