Hoy en día tenemos numerosos medios para detectar a tiempo posibles
alteraciones cromosómicas durante el desarrollo del feto. Esto es debido a los
grandes avances de la ciencia, la cual además,
nos permite observar posibles embriones
que podrían dar lugar a niños con alguna patología. Es importante mencionar que
la mayoría de los embriones afectados por anomalías cromosómicas no concluyen
en embarazo o dan lugar a un aborto.
En estas alteraciones se puede dar la pérdida o la ganancia de uno o varios cromosomas. Pueden estar afectados tanto cromosomas autosómicos (cualquier cromosoma que no sea sexual) como a cromosomas sexuales (X e Y). Existen diferentes tipos de alteraciones pero las más comunes son:
La Monosomía: Es la pérdida de un cromosoma. Por lo que quedará un único cromosoma.
La Trisomía: Existencia de tres cromosomas específicos, en lugar de dos (que existirían en una situación de normalidad). El síndrome de Down es un ejemplo de trisomía, donde hay 3 copias del cromosoma 21.
Las alteraciones o anomalías cromosómicas
más frecuentes son:
Síndrome
de Down (trisomía 21)
Síndrome
de Patau (trisomía 13)
Síndrome
de Klinefelter (47, XXY)
Síndrome
de Turner (45, X)
Mujeres
XXX
Hombres
XYY
El riesgo a
que se desencadene alguna de estas anomalías cromosómicas va creciendo a medida
que avanza la edad materna y como dijimos anteriormente muchos de estos
embriones no producirán finalmente embarazo. Es por esta razón que la
posibilidad de embarazo va disminuyendo considerablemente a partir de los 36
años de edad.
(Tabla y Gráfico de elaboración propia)
Espero que todo
lo mencionado os sirva para haceros una idea sobre la importancia de la edad a
la hora de quedarse embarazada, aunque no debe correr el pánico con esta razón,
puesto que hoy en día muchas de estas enfermedades pueden ser detectadas a tiempo.
La información ha sido contrastada por El Centro de Medicina Embrionaria
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