De la misma manera que, por desgracia, existe el maltrato en
mujeres y niños, también existe el maltrato en bebes y lactantes (incluso en menores de 1 año de vida).
En muchas ocasiones es difícil determinar este tipo de maltrato
puesto que en los bebes es difícil determinar su grado de angustia puesto que
no hablan y no los observamos, tan detenidamente, como los niños que ya van a
la escuela donde es más fácil valorar sus comportamientos.
El maltrato en el bebé suele darse, con una gran incidencia, en
madres con desordenes psicológicos (depresiones, madres drogadictas, alcohólicas,
trastornos de personalidad, esquizofrenias…) o madres que han sido víctimas de maltratos y/o violaciones y por
esta razón sufren un importante repudio hacia el niño.
Algunas manifestaciones de maltrato más evidentes pueden ser:
quemaduras de cigarrillos, trastornos de alimentación y sueño en el lactante, excesivo
llanto del niño, lesiones óseas o fracturas (fracturas de costillas, de cráneo…),
hematomas, excesos de movilidad e inquietud. Es frecuente que los padres tiendan a ocultar el maltrato
achacando todos estos signos a caídas del niño.
Por esta razón, es importante que si somos testigos de cualquier
signo que nos haga sospechar de un maltrato infantil nos pongamos en contacto
con la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI),
porque TÚ PUEDES EVITARLO!!
EL MALTRATO INFANTIL NO ES UN PROBLEMA PRIVADO, ES UN PROBLEMA
SOCIAL
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