miércoles, 10 de diciembre de 2014

MASAJES PEDIÁTRICOS


En el masaje lo que se busca es el contacto piel con piel, lo que produce un estrecho vínculo afectivo de la madre/padre con el bebé. Además esta técnica ayuda a relajar al bebé después del baño, estimula su sistema nervioso central (SNC), calmar posibles dolores (cólicos) y ayuda a desarrollar las facultades motoras.


Podemos empezar a realizar los primeros masajes a partir de la caída del cordón umbilical, alrededor del mes y medio. Primero empezaremos con sesiones cortas de 5-10 minutos que poco a poco podremos ir aumentando, aunque siempre será mejor optar por sesiones cortas y repetidas que largas y muy esporádicas.

A la hora de realizar un masaje a nuestro bebé se deben cumplir algunos aspectos, como:
El masaje se realizará con la crema habitual para nuestro bebé siempre libre de parabenos y perfumes, los cuales pueden ocasionar más alergias. También puede ser utilizado aceite de coco, de almendras dulces, etc, los cuales ofrecen un mayor deslizamiento. Es importante que antes de empezar el masaje echemos la crema/aceite en nuestras manos y frotemos bien fuerte para calentarla y no producir un impacto al poner las manos sobre el bebé.  

 La temperatura de la habitación debe ser la idónea para que no pase frio. 

La presión aplicada debe ser suave y lenta para así producir la relajación del niño. En los masajes realizados con una finalidad de aliviar el dolor, por ejemplo de cólicos esta presión será un poco más fuerte con el objetivo de desplazar los gases y que sean evacuados con mayor facilidad.
 
TÉCNICAS Y MANIOBRAS

En el cuerpo: Iniciamos la toma de contacto corporal acariciando todo su cuerpo de la cabeza a los pies. Primero empezamos con el bebé boca abajo acariciando su espalda, culete y piernas a doble mano con movimientos muy suaves y lentos. Repetiremos esta técnica unas 4-5 veces. Posteriormente damos la vuelta a nuestro bebé y repetimos lo mismo en su torso. En la tripita podremos realizar un poco más de presión cuando el niño se encuentre agitado, a causa de gases y así favorecer su salida al exterior. Esta maniobra se realiza dibujando un cuadrado en el mismo sentido que las agujas del reloj (siguiendo el trayecto del intestino grueso).


En la cara: Realizaremos movimientos suaves y circulares con la yema de sus dedos. En sus mejillas, alrededor de los ojos, en la frente y alrededor de la boca. 


Brazos: Rodear con nuestras manos los bracitos desde las axilas hasta las manos. Masajear también el interior de sus manos con las yemas de nuestros dedos haciendo círculos. Luego podemos cruzar, subir y bajar sus bracitos para ganar flexibilidad y jugar.

Piernas: Acariciar las piernas del bebé con movimientos suaves y ascendentes envolviendo bien sus piernas. Se puede jugar a llevar las rodillas al pecho y a hacer “bicicleta”. No olvidarnos del masaje en los pies presionando con nuestros pulgares.


Una vez acabado el masaje debemos vestir rápidamente al bebé para que no coja frio, puesto que el masaje estimula la relajación haciendo bajar la tensión y la temperatura corporal.

VENTAJAS DEL MASAJE

-          Mejora la sensibilidad del niño.
-          Proporciona al bebé calma y relajación. Ayuda al sueño
-          Mejora la digestión.
-          Fortalece el vínculo entre el bebé y los padres.
-          Estimula el sistema nervioso central (SNC).
-          Ayuda a que el bebé conozca su cuerpo y las partes que lo conforman.
-          Mejora la concentración.
-          Favorece la eliminación de gases y reduce los cólicos.
-          Mejora la circulación.

Podemos ver el siguiente vídeo en donde se realiza un masaje para aliviar los cólicos.

 
Para más información podeis visitar la Asociación Española de Masaje Infantil  (AEMI)

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