En el masaje lo
que se busca es el contacto piel con piel, lo que produce un estrecho vínculo afectivo
de la madre/padre con el bebé. Además esta técnica ayuda a relajar al bebé
después del baño, estimula su sistema nervioso central (SNC), calmar posibles
dolores (cólicos) y ayuda a desarrollar las facultades motoras.
Podemos empezar a realizar los primeros masajes a
partir de la caída del cordón umbilical, alrededor del mes y medio. Primero
empezaremos con sesiones cortas de 5-10 minutos que poco a poco podremos ir
aumentando, aunque siempre será mejor optar por sesiones cortas y repetidas que
largas y muy esporádicas.
A la hora de
realizar un masaje a nuestro bebé se deben cumplir algunos aspectos, como:
El masaje se
realizará con la crema habitual para nuestro bebé siempre libre de parabenos y
perfumes, los cuales pueden ocasionar más alergias. También puede ser utilizado
aceite de coco, de almendras dulces, etc, los cuales ofrecen un mayor
deslizamiento. Es importante que antes de empezar el masaje echemos la crema/aceite
en nuestras manos y frotemos bien fuerte para calentarla y no producir un
impacto al poner las manos sobre el bebé.
La presión aplicada
debe ser suave y lenta para así producir la relajación del niño. En los masajes
realizados con una finalidad de aliviar el dolor, por ejemplo de cólicos esta
presión será un poco más fuerte con el objetivo de desplazar los gases y que
sean evacuados con mayor facilidad.
TÉCNICAS Y MANIOBRAS
En el cuerpo: Iniciamos la
toma de contacto corporal acariciando todo su cuerpo de la cabeza a los pies. Primero
empezamos con el bebé boca abajo acariciando su espalda, culete y piernas a
doble mano con movimientos muy suaves y lentos. Repetiremos esta técnica unas
4-5 veces. Posteriormente damos la vuelta a nuestro bebé y repetimos lo mismo
en su torso. En la tripita podremos realizar un poco más de presión cuando el
niño se encuentre agitado, a causa de gases y así favorecer su salida al
exterior. Esta maniobra se realiza dibujando un cuadrado en el mismo sentido
que las agujas del reloj (siguiendo el trayecto del intestino grueso).
En la cara: Realizaremos
movimientos suaves y circulares con la yema de sus dedos. En sus mejillas,
alrededor de los ojos, en la frente y alrededor de la boca.
Brazos: Rodear con
nuestras manos los bracitos desde las axilas hasta las manos. Masajear también
el interior de sus manos con las yemas de nuestros dedos haciendo círculos. Luego podemos cruzar, subir y bajar sus bracitos para ganar flexibilidad y jugar.
Piernas: Acariciar las
piernas del bebé con movimientos suaves y ascendentes envolviendo bien sus
piernas. Se puede jugar a llevar las rodillas al pecho y a hacer “bicicleta”. No
olvidarnos del masaje en los pies presionando con nuestros pulgares.
Una vez acabado el masaje debemos vestir rápidamente al bebé para que no
coja frio, puesto que el masaje estimula la relajación haciendo bajar la
tensión y la temperatura corporal.
VENTAJAS DEL MASAJE
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Mejora la
sensibilidad del niño.
-
Proporciona al
bebé calma y relajación. Ayuda al sueño
-
Mejora la digestión.
-
Fortalece el
vínculo entre el bebé y los padres.
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Estimula el
sistema nervioso central (SNC).
-
Ayuda a que el
bebé conozca su cuerpo y las partes que lo conforman.
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Mejora la
concentración.
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Favorece la
eliminación de gases y reduce los cólicos.
-
Mejora la
circulación.
Podemos ver el siguiente vídeo en donde se realiza un masaje para aliviar los cólicos.
Para más información podeis visitar la Asociación Española de Masaje Infantil (AEMI)
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