El cáncer de mama es la neoplasia
maligna que se da con más frecuencia en la mujer y muchas veces es detectado
durante el embarazo y/o puerperio. Se estima que la edad media de presentación
es a los 35 años (siempre refiriéndonos a la aparición de este cáncer en
mujeres embarazadas).
Por esta razón es absolutamente
recomendable exploraciones rutinarias durante el embarazo, así como, la
realización de ecografía, mamografía, y PAAF ante la presencia de cualquier
sospecha, ya que el retraso de estas medidas, es el condicionante más
importante para un peor pronóstico.
Siempre habrá que valorar los
factores de la paciente y los posibles efectos del tratamiento sobre el feto
pero, como norma general, el tratamiento quirúrgico (mastectomía) se realizará
en las siguientes 2-3 semanas al diagnóstico ya que tiene poca repercusión
sobre el feto.
Posteriormente las pacientes
pueden necesitar radioterapia o quimioterapia, las cuales pueden ser retrasadas
unas semanas. A partir de la 6ª semana de la intervención empezarían a perder sus
beneficios. Por esta razón, tanto la QT como la RT serian aplicadas durante la gestación, en caso de no
haber dado a luz. Tanto la quimioterapia como la radioterapia
pueden hacer aumentar el riesgo de aborto, malformaciones o parto prematuro
aunque es importante destacar que el pronóstico fetal no se ve afectado
directamente por el cáncer en la madre.
Información contrastada en :
Mar Muñoz Muñiz; Manual de medicina y cirugía, "Ginecología y obstetricia"; CTO editorial, 9ª edición SL. 2014
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