La droga, la maldita droga!!!. Es tan maldita que incluso llega a afectar a un bebé incluso antes de nacer. Me refiero al consumo de tóxicos durante el embarazo, concretamente al síndrome de abstinencia que se produce en el recién nacido.
Este
síndrome se produce en los recién nacidos cuando durante el embarazo, la madre
ha sido consumidora de drogas adictivas opiáceas. Me voy a centrar dentro de
estas drogas en la heroína y la metadona.
El síndrome de abstinencia de la heroína aparece a los 3 días de vida del recién nacido y dura entre 7 y 20 días. Este
síndrome se manifiesta de diversas maneras; a través de manifestaciones
neurológicas (temblores, convulsiones o llanto agudo), manifestaciones
gastrointestinales (vómitos, diarrea), respiratorias y febrícula. Estos
síntomas pueden variar dependiendo de la cantidad de droga que se consumía, la
cantidad de tiempo que se consumió e incluso de la manera en la que el
cuerpo de la madre descompone estas sustancias.
La
metadona se utiliza en alguna ocasión para tratar el síndrome de abstinencia de
la heroína en el recién nacido y los síntomas que se presentan son muy similares
a los de la abstinencia de la heroína, aunque normalmente suelen aparecer más
tarde, durar más y las convulsiones son más frecuentes. En
cuanto al tratamiento es similar en las dos ocasiones. Los médicos tendrán en
los dos casos muy vigilados al neonato para detectar cualquier signo de
abstinencia. Si los bebés vomitan en exceso o no ingieren el líquido suficiente
es necesario que reciban líquido de forma intravenosa. También a menudo son
niños difíciles de calmar, así que se usarán técnicas de relajación. En los
casos más graves se le administrarán al niño drogas similares a las que la
madre consumía para ir rebajándole la dosis poco a poco.
Por
último, las complicaciones que se pueden producir en los neonatos con
estos síndromes de abstinencia, a menudo suelen tener defectos congénitos, bajo
peso, suelen ser prematuros, síndrome de muerte súbita y problemas en
el desarrollo y en la conducta.
Como
conclusión, no dejemos que nuestros malos hábitos tengan repercusión en nuestros hijos, y sobre todo cuando pueden afectar a su salud.
Para más info:
No hay comentarios:
Publicar un comentario