jueves, 20 de noviembre de 2014

SUS PRIMERAS COMIDAS


Su Bebé no puede ser alimentado durante toda su vida por leche, es por ello que algún día comenzará a probar alimentos ya más sólidos. Para cuando esto llegue debemos tener información suficiente para saber que alimentos son o no sanos para el niño.

Será a partir de los 4 a 6 meses de edad cuando se le empiece a suministrar comidas en forma de papilla. Esto nos lo irá indicando su médico o matrona, pero si no, algunos parámetros que indican la necesidad de ser alimentado con otros productos serán el aumento de peso del bebé, su interés en otros alimentos que nosotros comemos, cuando ya sostenga perfectamente su tronco cervical, etc.

Cuando empecemos a darle papilla tenemos que mostrar interés en la forma con que traga la comida y teniendo especial cuidado en que no se atragante. Esto es debido a que el Bebé carece de dientes y, además, no está acostumbrado a alimentarse con comida sólida por lo que podría atragantarse al intentar tragar la papilla como si fuera líquido.



4 meses de edad

A los 4 meses de edad comenzaremos, por lo tanto a introducirle algún que otro alimento, como cereales sin gluten (arroz), fruta suave como plátanos (no naranjas porque contienen alto índice de ácido), verduras (no dar remolachas, coliflor o espinacas).


Estos alimentos se le irán introduciendo despacio y una vez al día para no atosigar al Bebé o evitar intolerancias y, en el caso de que se den, poder atenderlas en la menor brevedad posible.

Otros alimentos como cereales con gluten carnes blancas o pollo se le irán introduciendo poco a poco en su dieta.

8-12 meses

Se le podrá alimentar con yogures, huevo, pescado.

A partir de un año de edad

A partir de un año de edad ya podemos suplir la leche materna o preparados lácteos por leche entera de vaca y legumbres. A partir de esta edad es muy importante hacerle probar al niño todo tipo de alimentos para que se vaya acostumbrando y pueda llevar una dieta rica en nutrientes. Quizá verduras como la lechuga podemos dejarla a un lado hasta que tenga algo más de edad, porque aunque la lechuga es una verdura estrella de la ensalada (plato habitual en todas las mesas) es un alimento difícil para la digestión.

Si habituamos al niño a una alimentación sana, rica en diferentes alimentos y variedad conseguiremos que el niño no caiga en un círculo vicioso de malnutrición. Consideramos malnutrición al niño que consume un exceso o defecto de vitaminas y nutrientes. Esta malnutrición puede dar lugar a un niño/adulto obeso o a un niño/adulto raquítico.

CONSEJOS PARA DESPERTAR SU INTERÉS

Si tenemos dificultad para que el niño coma o pruebe verduras podemos intentar aliñar sus platos con diferentes colores. Hoy en día hay gran variedad de legumbres y verduras de muchos sabores y colores y no por ello contienen colorantes o adictivos (tomates, zanahorias, berenjenas, aceitunas, uvas, fresas, melón o sandía, melocotones…).

Uno de mis consejos y método casi infalible es que cuando estemos cocinando pedirle su ayuda o colaboración y que experimente con la comida y los alimentos. Así evitaremos que se lleven sorpresas en la mesa y que tenga más interés en probar. Solo sus ansias de comer lo que ayudo a hacer ya será la excusa perfecta para probar diferentes alimentos.



Para más información podeis consultar el siguiente enlace:
Información contrastada en:
Rives ferreiro, Mª Teresa; Sanz Sntg. Verónica; Antón Martín, Mª del Pilar; et al. Pediatría. Marbán, 5º Edición (España). Capítulo 3, pág 45. ISBN-13: 978-84-611-2176-2.

No hay comentarios:

Publicar un comentario