Son muchas las mujeres que deciden teñirse el pelo, algunas desde muy jóvenes para cambiar de look u otras porque le salen las odiadas canas. Hace años se pensaba que esto no tenía ninguna consecuencia negativa para las embarazadas aunque numerosos estudios demuestran lo contrario.
El problema de los tintes es que sus componentes químicos son absorbidos por el cuero cabelludo hasta el torrente sanguíneo. A la sangre del feto, que es la misma que la de la madre, llegan estos componentes químicos y dañan al futuro bebé. Aún no se sabe cual es el aspecto negativo que causan los tintes en el desarrollo del feto pero sí se sabe que son perjudiciales. Con todo, también se sabe que los daños son mayores durante el primer trimestre del embarazo que en los dos siguientes.

¡Espero que os haya servido de ayuda!
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